Doña Bárbara representa
un brillante estudio sicológico de la sociedad venezolana del pasado, aunque
también aplicable al presente y al futuro
“... y desaparece del
Arauca el nombre de El Miedo, y todo vuelve a ser Altamira.”
¡Llanura
venezolana!, propicia para el esfuerzo, como lo fue para la hazaña, tierra de
horizontes abiertos, donde una raza buena, ama, sufre y espera!
Con esas palabras casi proféticas
termina la gran obra maestra de Rómulo Gallegos. Doña Bárbara representa
un brillante estudio sicológico de la sociedad venezolana del pasado, aunque
también aplicable al presente y al futuro. En la lucha entre la barbarie y la
civilización, para nuestra suerte, El Miedo pierde finalmente
frente a Altamira.
Doña Bárbara encarna las fuerzas
primitivas de la humanidad, es arbitraria, malvada y violenta. Ella representa
el mal, el retraso, el odio, la envidia, la frustración, la brujería y el
resentimiento desde su hato de El Miedo. Grupos del chavismo
parecen ser una terrible reencarnación de lo peor de la propia Doña Bárbara. La
“devoradora de hombres” estremece entonces la llanura venezolana, al igual que
lo hace hoy el grupo que se originó en Sabaneta de Barinas.
Contra Doña Bárbara se levanta Santos
Luzardo desde Altamira, quien representa la civilización educada de
nuestra valiente sociedad civil que se niega a caer ante la barbarie ignorante.
En la dura lucha entre El Miedo y Altamira,
Marisela, la hija bastarda de Doña Bárbara, escapa de su malvada madre.
Marisela representa el sueño del progreso que eventualmente abandona el mal por
el bien; la salvaje es educada y la civilización triunfa sobre la
barbarie.
Al final del libro, Doña Bárbara
desaparece para no ser vista nunca más. El chavismo puede terminar igual.
Espero que desaparezca de nuestro futuro pero su trágica historia jamás debe
ser olvidada para no repetirla ni sufrirla de nuevo. Doña Bárbara y el chavismo
siempre estarán en nuestras memorias como advertencia de lo que las fuerzas del
mal pueden lograr si las fuerzas del bien se descuidan.
www.Cordeiro.org
0 comentarios:
Publicar un comentario